jueves, 21 de octubre de 2010

La mentira descubierta!

LEAN ESTO, ES MUY BUENO EN SERIO!!

Anécdota del nieto  de MAHATMA GANDHI

El  Dr. Arun Gandhi, nieto  de Mahatma Gandhi y  fundador del instituto  M.K. Gandhi para la  Vida Sin Violencia,  en su lectura del  9 de Junio en la  Universidad de Puerto  Rico, compartió la siguiente historia como  un ejemplo de la  vida sin violencia en  el parte de sus  padres:

"Yo  tenía 16 años y  estaba viviendo con  mis padres en el  instituto que mi abuelo  había fundado en las  afueras, a 18 millas  de la ciudad de  Durban, en Sudáfrica,  en medio de plantaciones  de azúcar.

Estábamos  bien al interior del  país y no teníamos  vecinos, así que a  mis dos hermanas y  a mí, siempre nos  entusiasmaba el poder  ir a la ciudad  a visitar amigos o  ir al cine.

Un  día mi padre me  pidio que le llevara  a la ciudad para  asistir una conferencia  que duraba el día  entero y yo aproveché  esa oportunidad.

Como  iba a la ciudad  mi madre me dio  una lista de cosas  del supermercado que  necesitaba y como iba  a pasar todo el  día en la ciudad,  mi padre me pidió  que me hiciera cargo  de algunas cosas pendientes,  como llevar el auto  al taller. Cuando me  despedí de mi padre  él me dijo: Nos  vemos aquí a las  5 p.m. y  volvemos  a la casa juntos.

Después  de completar muy rápidamente  todos los encargos,  me fui hasta el  cine más cercano. Me  concentré tanto en  la película, una película  doble de John Wayne,  que me olvidé del tiempo.

Eran  las 5:30 p. m.  cuando me acordé. Corrí  al taller, conseguí  el auto y me apuré  hasta donde mi padre  me estaba esperando.  Eran casi las 6  p. m. Él me preguntó  con ansiedad: - ¿Por qué llegas tarde?.

Me  sentía mal por eso  y no le podía  decir que estaba viendo  una película de John  Wayne; entonces le dije  que el auto no  estaba listo y tuve  que esperar... esto  lo dije sin saber  que mi padre ya  había llamado al taller.

Cuando  se dio cuenta que  había mentido, me dijo:  - Algo no anda  bien en la manera  como te he criado  puesto que no te he dado la confianza de decirme la verdad. Voy a reflexionar que es lo que hice  mal contigo. Voy a caminar las 18 millas a la casa y a pensar sobre esto.

Así que vestido con su  traje y sus zapatos elegantes, empezó a caminar hasta la casa por caminos que no  estaban ni pavimentados ni alumbrados. No lo podía dejar solo... así que yo manejé 5 horas y media detrás de él... viendo a mi padre sufrir  la agonía de una  mentira estúpida que yo había dicho.

Decidí desde ahí que nunca  más iba a mentir. Muchas veces me acuerdo de este episodio y  pienso... Si me hubiese castigado de la manera como nosotros castigamos a nuestros hijos ...

¿hubiese aprendido la lección?.

¡No lo creo!. Hubiese sufrido el castigo y hubiese seguido haciendo lo mismo. Pero esta acción de no violencia fue tan fuerte que la tengo impresa en la memoria como si fuera ayer.

 ¡Éste es el poder de la vida sin violencia!.


Gracias Ale


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