lunes, 18 de octubre de 2010

La historia de López

Lopez  era el tipo de persona que te encantaría  ser.
Siempre  estaba de buen humor y siempre tenía  algo positivo que decir. Cuando alguien  le preguntaba cómo le iba, el respondía:  "Si pudiera estar mejor, tendría un  gemelo".

Había  tenido varios destinos y varios de sus  colaboradores le habían seguido en todos  ellos.
La  razón de que le siguieran era por  su actitud: era un motivador natural.
Si  un empleado tenía un mal día, Lopez  estaba ahí para decirle al empleado cómo  ver el lado positivo de la situación.

Ver  este estilo realmente me causó curiosidad,  así que un día fui a buscar a  Lopez y le pregunté:
No  lo entiendo.... no es  posible ser una persona  positiva todo el tiempo.  ¿Cómo lo haces?...

Lopez  respondió:
Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo: “Lopez, tienes dos opciones hoy: puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor; escojo estar de buen humor".

Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o 
aprender de ello. Escojo aprender de ello".

Cada  vez que alguien viene  a mí para quejarse,  puedo aceptar su queja  o puedo señalarle el  lado positivo de la  vida. Escojo señalarle  el lado positivo de  la vida.
Si,  claro, pero no es  tan fácil, protesté.

Sí  lo es, dijo Lopez. Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tu eliges cómo reaccionas ante cada situación, tu eliges cómo la

gente afectará tu estado de ánimo, tu eliges estar de buen humor o mal humor. En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA.

Reflexioné  en lo que Lopez me dijo...
Poco  tiempo después, por cuestiones de residencia,  perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba  en Lopez, cuando tenía que hacer una  elección en la vida en vez de reaccionar  contra ella.

Varios  años más tarde, me enteré que Lopez  hizo algo que nunca debe hacerse en  un negocio, dejó la puerta de atrás  abierta y una mañana fue asaltado por  tres ladrones armados.

Mientras  trataba de abrir la caja fuerte, su  mano, temblando por el nerviosismo, resbaló  de la combinación. Los asaltantes sintieron  pánico y le dispararon.

Con  mucha suerte, Lopez fue encontrado relativamente  pronto y llevado de emergencia a una  clínica. Después de ocho horas de cirugía  y semanas de terapia intensiva, Lopez  fue dado de alta,

aún con fragmentos  de bala en su cuerpo. 

Me  encontré con Lopez seis meses después  del accidente, y cuando le pregunté como  estaba, me respondió:

"Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".

Le  pregunté que pasó por su mente en  el momento del asalto. Contestó:

“Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí

vivir".

"¿No sentiste miedo?“ le pregunté.

Lopez  continuó: "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras,

realmente me asusté.Podía leer en sus ojos: "es hombre muerto." Supe entonces que debía tomar una decisión”.

"¿Qué hiciste?" pregunté.

Lopez  me dijo: "Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo, y respirando profundo grité: - "Si, a las balas" - Mientras reían, les dije: "estoy escogiendo vivir, opérenme como si

estuviera vivo, no muerto".

Lopez  vivió por la maestría de los médicos,  pero sobre todo POR SU ASOMBROSA ACTITUD.  Aprendió que CADA DÍA TENEMOS LA ELECCIÓN  de vivir plenamente, la ACTITUD, al final,  lo es

todo. 


Gracias Lau


.

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